Los tablets han matado a los ultraportátiles. Y no lo digo yo, ni Nietzsche, sino
Paul Jacobs, el
CEO de Qualcomm, fabricante del procesador para dispositivos portátiles
Snapdragon. Lo sé, puede parecer una obviedad decir que dispositivos como el
iPad se han quedado con terrenos que los
netbook no han sabido conquistar, pero pocas veces hemos visto a alguien de dentro de la industria admitirlo tan abiertamente.

Los tablets han proporcionado aquello que los ultraportátiles prometían: estar siempre conectado en cualquier parte.
Parece que al CEO de
Qualcomm se le hayan olvidado los
smartphones, cuya penetración en el mercado es mucho mayor que la de los
tablets, y también son capaces de proporcionar conexión en cualquier lado. Sin embargo, no cabe duda de que
Qualcomm apuesta fuerte por los
tablets pues la mayoría de dispositivos que monten
su nuevo Snapdragon a 1,5 GHz (las primeras unidades se esperan para el primer trimestre de 2011) serán de este tipo.
Sea obviedad o no, está claro que los
tablets han llegado para quedarse, y la avalancha de modelos que nos están llegando desde ya, y que probablemente vivan su apogeo durante la campaña de navidad, lo demuestra. Sólo espero que los fabricantes de
tablets no caigan en el mismo error que los de
netbooks: pretender vender un dispositivo que es un capricho (pensándolo friamente) a precio de oro, porque al final lo único que queda al alcance del consumidor medio son los dispositivos menos atractivos. Hacer algo así sería renunciar a parte del mercado e implica correr el riesgo de sufrir el mismo destino que los
netbooks en caso de que llegue al mercado otro dispositivo similar.
