El planeta enano Ceres, el objeto más grande del principal cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, sorprendía hace unos meses a los científicos con la aparición en su superficie de unas intrigantes manchas blancas brillantes, de origen desconocido. Ahora, un equipo de investigadores del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Goettingen, Alemania, ha logrado arrojar luz sobre el misterio gracias a las imágenes obtenidas por la nave Dawn de la NASA.
Los científicos han descubierto que aunque la superficie de este mundo es oscura como el asfalto, existen 130 manchas claras, con un brillo que varía desde el del hormigón al de un océano helado. Estas áreas brillantes suelen aparecer en cráteres de impacto. Las mediciones espectrales sugieren que probablemente están compuestas de sulfatos de magnesio hidratado, aunque otras composiciones son posibles.
