El caso de HTC es especial, la compañía taiwanesa fue de las primeras en poner en el mercado teléfonos inteligentes, y quizás por ello la mayoría le tenemos un cariño especial. Esta vez, nos manteníamos expectantes ante los resultados financieros que cosechase en marzo, pues tras caer al abismo en febrero, su peor mes en tres años, y los retrasos en la producción de su HTC One no se auguraba nada bueno.
Sin embargo, parece que HTC ha remontado un poquito con unos ingresos de 530 millones de dólares, que suponen un aumento del 40% respecto a febrero, aunque todavía no hay noticias de las que alegrarse en este sentido.
El incremento siempre alegra, pero era prácticamente imposible empeorar los datos del mes de febrero, además de que al comparar datos de marzo de 2012 las ventas son un 50% inferiores, el peor dato entre períodos iguales desde octubre de 2012, que superó esa caída con respecto a octubre de 2011.
Resumiendo, es evidente que la apuesta de HTC por no traer el Butterfly a los mercados internacionales y jugarse todo a la carta del HTC One es arriesgada, máxime viendo los retrasos en el lanzamiento de éste que lo harán contemporáneo al nuevo Galaxy S4, una comparativa que, a pesar de las buenas críticas recibidas por el HTC One, le hará perder un buen número de ventas por el tirón de la marca Galaxy.
