De la construcción al Zero Build: Cómo Fortnite se reinventó sin perder fans
Cuando Fortnite salió al mercado, no era solo otro battle royale: era el battle royale. Su peculiar mecánica de construcción, sus gráficos de dibujos animados y su acción frenética lo diferenciaban de otros shooters más realistas como PUBG. Durante años los jugadores dominaron el arte de construir rascacielos en segundos, convirtiendo las peleas en partidas de ajedrez verticales… y con balas.
Pero en 2022, Epic Games dio un paso que nadie vio venir: eliminó la construcción del Fortnite. El nuevo modo «Zero Build» se deshizo de la mecánica que lo hizo famoso. Muchos predijeron un desastre y pensaron que los fans abandonarían el juego en masa. En cambio, Fortnite atrajo a una nueva ola de jugadores. La apuesta dio sus frutos y demostró al mundo lo flexible que es realmente el diseño central del juego.
Mientras los jugadores debatían qué modo era mejor, Epic vinculó con inteligencia la transición a nuevas recompensas y contenidos, y animó a los fans a explorarlos. Los
packs Fortnite ofrecían cosméticos, battle passes y equipamiento que mantenían frescas tanto la experiencia de construcción como la de Zero Build, así que los jugadores se sintieron involucrados con independencia de la manera en que quisieran jugar.
Por qué la construcción fue brillante (y polarizante)
Vamos a darle el crédito que se merece a la mecánica de construcción. Cuando se lanzó Fortnite, la mecánica de construcción lo hacía único. No solo te escondías detrás de las paredes, sino que las creabas. Construir más rápido que un oponente se sentía tan gratificante como disparar antes que él, y eso le dio a Fortnite su ventaja competitiva en el ámbito de los eSports.
Pero esa misma mecánica también ahuyentaba a la gente. Los recién llegados se sumaban a una partida, empezaban a disparar al enemigo y, de pronto, veían cómo construía un hotel de cinco estrellas en tres segundos. Para los jugadores casuales, la diferencia de habilidad era intimidante. Gracias a esto, Fortnite a menudo tenía dificultades para equilibrar a los hardcore builders con los millones de personas que solo querían disfrutar de un battle royale divertido sin necesidad de tener un título en arquitectura.
Entra en Zero Build: Un nuevo comienzo
La respuesta de Epic fue Zero Build, y funcionó de maravilla. Al eliminar la construcción, Fortnite se volvió accesible para los jugadores nuevos. De pronto, las coberturas provenían del terreno natural, los vehículos y la estrategia, no de rampas de 90 grados. El juego se sentía más rápido, más crudo y, en muchos sentidos, más emocionante.
No eliminó la construcción, sino que la complementó. Al ejecutar ambos modos en paralelo, Epic mantuvo contentos a los veteranos y, al mismo tiempo, dejó espacio para los jugadores ocasionales que solo querían centrarse en el tiroteo. Fue un caso clásico de suma por resta que amplió el atractivo de Fortnite sin borrar su identidad.
El cambio de estrategia
Zero Build obligó a los jugadores a replantearse su forma de abordar el combate. Se acabó la construcción de torres para escapar del peligro: ahora los jugadores tenían que confiar en su posición, su movimiento y su conciencia. Esto hizo que armas como el barril escudo o los artículos de movilidad fueran aún más importantes. De pronto, Fortnite se parecía menos a una carrera de construcción y más a los tensos shooters tácticos con los que antes competía.
Este cambio no solo revitalizó el gameplay, sino que también devolvió el equilibrio a la comunidad. Los jugadores que se habían marchado regresaron. Los streamers que antes se quejaban todo el tiempo empezaron a elogiar la nueva dinámica. Fortnite no solo sobrevivió al cambio, sino que prosperó.
Un juego que se niega a quedarse quieto
La mayor fortaleza de Fortnite siempre ha estado en su voluntad de evolucionar. Desde conciertos y crossovers con Marvel hasta modos de juego como el Creativo, Fortnite se niega a quedarse estancado. Zero Build fue solo otro ejemplo de cómo Epic asumió un riesgo audaz que redefinió lo que el juego podía ser.
En definitiva
El recorrido de Fortnite desde el caos de la construcción hasta la estrategia simplificada de Zero Build demuestra por qué es más que una moda pasajera: es todo un pilar cultural. Al ofrecer ambos modos, Epic logró honrar sus raíces y, al mismo tiempo, abrir la puerta a un público más amplio. Ese tipo de adaptabilidad es poco común en el gaming, y es la razón por la que Fortnite sigue siendo el rey años después de su debut.
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