No creo que vaya a descubrir nada con este post; solamente aportar una pequeña reflexión.
De entrada: estoy muy satisfecho con mi SGS. Ya es mi tercer Android y cubre lo que necesito rozando la excelencia. No tengo problemas de batería, ni cuelgues. Lo uso principalmente para correo, llamadas, internet, GPS y sincronización de varios servicios en la nube.
Ayer, comiendo en casa de unos amigos, el hijo de éstos de 14 años agarro el iPhone 3GS de otro amigo y mi SGS y se puso a descargar y jugar. En cinco minutos el iPhone sucumbió y quedo lento y enganchado en la descargar de un juego (no sé qué cojones hizo el chaval). El mío aguanto 10 minutos más, hasta que jugando mientras descargaba algo y, de nuevo, no sé qué cojones más, lo dejó catatónico y tuve que reiniciarlo dos veces para que volviera a la vida. A punto estuvo de atragantarme el gin-tonic, que siendo de Hendrick's no hubiera tenido perdón. Nos guardamos nuestro móviles y le dijimos que cogiera la PSP y no tocara los cojones.
Muchas veces no entendía porque la gente posteaba con tantos problemas con un terminal que a mi me iba tan bien: ahora entiendo que hasta a un Ferrari se le puede pasar de vueltas.
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"Cuando un hombre se sienta con una chica bonita durante una hora, parece que fuese un minuto. Pero déjalo que se siente en una estufa caliente durante un minuto y le parecerá más de una hora. Eso es relatividad." Einstein
"Si ocurre algo malo, bebes para olvidar, si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo, y si no pasa nada, bebes para que pase algo." Charles Bukowski

"Si la prosperidad era falsa, ¿cómo sabemos que la crisis es auténtica" El Roto