El desmontaje del Samsung Galaxy XR revela un diseño interno peculiar
El desmontaje del Samsung Galaxy XR revela un diseño interno peculiar
El Samsung Galaxy XR ha pasado por el bisturí de iFixit, y el resultado deja una sensación agridulce en términos de diseño y reparabilidad. El visor de realidad extendida, presentado en octubre, destaca por ser más ligero que el Vision Pro y por apostar por elementos prácticos como almohadillas faciales magnéticas y sellos de luz intercambiables. El acceso al interior se realiza desde la parte frontal, retirando primero la carcasa plástica. Una vez dentro, el desmontaje revela una arquitectura en una sola capa, con todos los componentes organizados de forma ordenada y lógica. También se aprecia el uso de tornillos Phillips, una decisión que facilita el mantenimiento al no requerir herramientas especiales. Otro punto a favor es la batería externa, que puede sustituirse con enorme facilidad y reduce el desgaste del dispositivo a largo plazo. Además, la placa base resulta relativamente sencilla de reemplazar. Sin embargo, no todo son buenas noticias. El proceso inicial para abrir el visor es complejo, y la presencia de una pegatina “Void if tampered” genera polémica, ya que este tipo de advertencias no son legales en Estados Unidos y suelen percibirse como una práctica poco amigable con el consumidor. A ello se suma la falta de manuales de reparación oficiales, lo que limita las opciones para usuarios y talleres independientes. En conjunto, el Galaxy XR muestra decisiones técnicas inteligentes que apuntan a una buena mantenibilidad interna, pero choca con barreras artificiales que complican el acceso y el soporte externo. El resultado es un dispositivo bien pensado por dentro, pero con una estrategia de reparación que aún deja dudas.