_Val_
18/06/09, 01:38:56
Hola una vez mas a todos! Hace tiempo que no escribo nada largo por aquí. Y hoy me he decidido a publicar una parte del prologo de un libro que estoy escribiendo. No tiene titulo y tiene copyright! xD así que no lo plagiéis, que es muy malo el libro! xD en fin espero que os guste, en especial a Joni... xD que hace tiempo me sugirió que escribiera mas...xD Pues bien, aquí va la segunda parte del prologo, espero que os guste y muchas gracias por vuestro apoyo!!!
616: El nuevo orden
616: El nuevo orden
Capitulo III... última parte del mismo:
Bueno, Adad, como te iba diciendo...
“Al habla Paul, un 82 señor, en el sector 1, cambio y corto”
Vaya... tengo que irme Apsú. Quedate a dormir y hablamos mañana. No, no discutas nada, como siempre, hazlo sin mas y mañana hablamos. Shala, preparale el cuarto de invitados. Nos vemos mañana. Adiós!
Pero...
Como siempre mi hermano me dejó con la palabra en la boca. Que significaba “un 82”, debía ser algo muy serio para que se fuera corriendo...
Shala me preparó la habitación de invitados sin mas, no pronuncio ni una palabra. Se la veia algo ofuscada, quería decir algo, pero no podía. Como había cambiado esta familia durante estos ultimos años!
Gracias Shala. Que descanses.
Si, de nada. Que vaya bien. - respondió ella bastante despistada y fuera de sí... Esa mujer era muy rara, nunca la comprendí. Tenía algo maligno dentro de su ser y era evidente.
Se estaba haciendo muy tarde y había sido un día de locos. Me habían pasado muchas cosas y algunas de ellas inexplicables. Lo mejor sería dormir, descansar y mañana sera otro día.
Pedí al holograma de la pared que fuera bajando la iluminacion gradualmente para que pudiera dormir como de antaño, pero las preguntas recorrian mi mente... a pesar de eso, al cabo de media hora me dormí.
Capitulo IV: “El paralelo 09”
Nunca imagine que este día pudiera llegar. Sin embargo llegaría. En el pueblo nadie apostaba ni cinco céntimos por mi. Era el gran perdedor desde pequeño... pero esto ha cambiado gracias al poder que me ha sido otorgado podre retroceder en el tiempo y cambiarlo todo.
Todas aquellas palabras vacías que no tenían ningún sentido, toda la oscuridad que hay dentro de mi. Cambiaría a mis enemigos, me cambiaría a mi mismo, pero por ese afán de mejora constante que me ha inculcado mi madre, no, si no por ser como los demás. No ser tan diferente a los otros. Me gustaría poder fundirme con la masa en ese espacio-tiempo tan hetereo. Los sentimientos que aguardo no son bien recibidos y es que hoy en día no te entiende casi nadie porque...
。Anuk! 。Despierta! Te has vuelto a dormir y vas a llegar tarde al colegio.
。Mama! Que ya no es colegio, ahora se le llama facultad... Parece mentira que seas mi madre.
Todavía me acuerdo que en mis tiempos... Bueno hijo, la cuestión es que vas a llegar tarde ソ Estabas soñando algo?
Hice como si no la hubiera escuchado y me fui a desayunar. El sueño... ソ Que estaba soñando?
La palabra libertad retumbaba en mi cabeza como el eco de la montaña cuando uno grita a pleno pulmón.
Llegue a la facultad cinco minutos tarde, como siempre. Fui corriendo hacia la clase pero la profesora no había llegado todavía. Era la clase de investigación biomulecular y trataba del estudio y la manipulación molecular de los seres vivos.
Habíamos empezado el año perdidos y yo mas, como no, así que tocaba aliarse con algún empollón de clase.
Cinco minutos después de haber llegado y haber puesto y encendido el portátil, entro la profesora. De repente la tensión en el ambiente se podía cortar con cuchillo. Todos nos callamos al ver a la Srta. Esteve, una profesora joven de unos veinte-largos que hablaba mucho y muy rápido, pensando que todos la entendíamos y que a parte, tenia muy poco tacto para realizar cualquier comentario. Tanto es así que un día al discutir con una compañera la pobre chica salio llorando por su culpa.
A pesar de todo eso, hoy era diferente. Su rostro calmado hoy había sido sustituido por una expresión nueva, desconocida. Se quito las gafas y anuncio en voz alta, casi chillando, pero despacio:
Chicos, no quiero alarmaros, todo esta en orden, vuestros proyectos están a salvo, pero tenemos que evacuar el edificio de prisa...y cuando digo deprisa, es muy rápido.
Al instante toda clase de teorías conspirativas empezaron a llenar nuestras cabezas y cada uno tenia la suya propia. Algunos estaban preocupados porque pensaban que podrían ser la razón del problema debido a los constantes problemas de refrigeración del laboratorio. Los empollones creían que habían descubierto algo grandioso y que el gobierno quería eliminar sus proyectos.
Lo único que pasaba por mi mente era: 。Mierda!。Mi proyecto, hay que salvarlo! Después de todo lo que me ha costado realizarlo...
Coji el portátil y mi mochila y me dirigí hacia la puerta. Nada mas pasar por el umbral sonó la alarma pero esta vez no era un simulacro, era una de verdad y una que da miedo: la de radiación.
La avalancha de estudiantes intentaba llevarme hacia la puerta principal, el punto contrario al que yo me dirigía, el laboratorio... A duras penas lograba pasar entre los estudiantes, todos gritando. El pánico se esparcía cada segundo mas y mas ... Los móviles sonaban, el caos, las luces...
Finalmente con mucho esfuerzo llegue al final del pasillo principal y alcance mi destino. Entre rápidamente y me puse a buscar entre todos los proyectos que había. Situados tal y como los habíamos dejado, sin ninguno tipo de protección, sin ni siquiera un plástico para taparlos estaban todos allí y no faltaba ninguno. La cuestión era encontrar el mio y era difícil por la oscuridad que había en el lugar. Pero no me podía permitir el lujo de encender la luz y ser descubierto.
De golpe me acorde de la mesa que había utilizado, la numero 3 y me plante allí. Había tantas cosas que circulaban por mi mente que no podía pensar. Estaba bloqueado. Mientras intentaba organizar mis ideas escuche unos golpes al lado de la puerta. Me gire e intente ver quien o que había allí cuando de golpe una de las probetas de alguno de mis compañero se derramo dentro de mi proyecto que justo acababa de encontrar. Todo había acabado, ya no tenia ningún sentido recoger todas mis cosas y correr porque ya no era el mismo proyecto, pero lo coji, lo cerré bien y lo metí en la mochila. Acto seguido me dirigí al estante de los informes y busque mi nombre apuntado con rotulador rojo encima de una libreta por la Srta. Esteve. Otra cosa mas que se iba a la amplia mochila que parecía estar diseñada para salvaguardar objetos raros...
En menos de cuatro minutos ya tenia todo lo necesario para seguir desarrollando mi proyecto. Pero ahora todo había cambiado. Los estudios de encimas y proteínas ya no servían, la composición molecular había cambiado o había mutado.
El grupo de evacuación esperaba a los alumnos en la puerta principal. Con la excusa de haberme quedado encerrado en una aula pude salir del edificio, pero no del recinto. El tráiler negro aparcado en la ancha calle parecía muy sospechoso y nada mas cruzar las grandes puertas de la facultad un señor con mono de plástico me pido que le acompañara para comprobar si me llevaba radiación a casa.
Después de media hora y realizarme las debidas pruebas, uno de los allí presentes me empezó a hablar:
Chico, no sabes que suerte has tenido.
¿Por que?
Porque estas limpio y te puedes ir...
Pero, ¿como es posible si he estado expuesto a radiación?
Chico, no hagas ninguna pregunta y vete corriendo a casa... - el señor acerco su rostro al mio y me susurro – porque los dos sabemos que no te has quedado encerrado en ninguna aula, solo pretendo ayudarte...
Ese argumento tenia mucho peso y decidí hacerle caso. Salí del tráiler donde me hicieron las supuestas pruebas y coji el metro. Sin hablar con nadie, sin saludar a nadie ni siquiera mire si por allí andaba Marta, mi mejor amiga, ella lo sabia todo de mi y yo de ella.
Me metí en el primer metro que paso, en el primer vagón y me senté en el primer asiento, que casualmente estaba libre. Ahora a mi lado había un señor ni muy mayor ni muy joven. Iba con ropa normal, tejanos,camisa y llevaba unos auriculares negros como los de todo el mundo, sin embargo esos eran mas gruesos y no parecían acabar en un reproductor de musica normal. Le mire a los ojos y pensé que este es el típico momento de película en el que el malo de la gabardina persigue al protagonista en el metro, desenfunda las armas debajo de la gabardina e intenta matar al protagonista.
Sin ir mas lejos, el hombre metió su mano derecha dentro del bolsillo de atrás del pantalón y pensé que tenia que huir, escapar, alejarme de el...
El tren llegaba a la siguiente parada y nada mas abrirse las puertas salo como si alguien me persiguiera. De inmediato el hombre se levanto y se giro hacia mi. Atónito observe como el extraño personaje sacaba un pañuelo del bolsillo. Se volvió a girar, esta vez de espaldas hacia mi y pude leer en su camiseta estampada, con inscripciones en latín, claramente:” Se lo que has hecho”.
Perplejo, volví a mirar las letras intentando buscar el mismo mensaje pero la velocidad y la posición del hombre no me dejaban ver nada.
Al cabo de algunos minutos coji el metro asustado y me fui corriendo a casa. No sabia que hacer ni que decir. Solo estaba seguro de haber robado algo.
Fue mas tarde cuando decidí llamarte...
616: El nuevo orden
616: El nuevo orden
Capitulo III... última parte del mismo:
Bueno, Adad, como te iba diciendo...
“Al habla Paul, un 82 señor, en el sector 1, cambio y corto”
Vaya... tengo que irme Apsú. Quedate a dormir y hablamos mañana. No, no discutas nada, como siempre, hazlo sin mas y mañana hablamos. Shala, preparale el cuarto de invitados. Nos vemos mañana. Adiós!
Pero...
Como siempre mi hermano me dejó con la palabra en la boca. Que significaba “un 82”, debía ser algo muy serio para que se fuera corriendo...
Shala me preparó la habitación de invitados sin mas, no pronuncio ni una palabra. Se la veia algo ofuscada, quería decir algo, pero no podía. Como había cambiado esta familia durante estos ultimos años!
Gracias Shala. Que descanses.
Si, de nada. Que vaya bien. - respondió ella bastante despistada y fuera de sí... Esa mujer era muy rara, nunca la comprendí. Tenía algo maligno dentro de su ser y era evidente.
Se estaba haciendo muy tarde y había sido un día de locos. Me habían pasado muchas cosas y algunas de ellas inexplicables. Lo mejor sería dormir, descansar y mañana sera otro día.
Pedí al holograma de la pared que fuera bajando la iluminacion gradualmente para que pudiera dormir como de antaño, pero las preguntas recorrian mi mente... a pesar de eso, al cabo de media hora me dormí.
Capitulo IV: “El paralelo 09”
Nunca imagine que este día pudiera llegar. Sin embargo llegaría. En el pueblo nadie apostaba ni cinco céntimos por mi. Era el gran perdedor desde pequeño... pero esto ha cambiado gracias al poder que me ha sido otorgado podre retroceder en el tiempo y cambiarlo todo.
Todas aquellas palabras vacías que no tenían ningún sentido, toda la oscuridad que hay dentro de mi. Cambiaría a mis enemigos, me cambiaría a mi mismo, pero por ese afán de mejora constante que me ha inculcado mi madre, no, si no por ser como los demás. No ser tan diferente a los otros. Me gustaría poder fundirme con la masa en ese espacio-tiempo tan hetereo. Los sentimientos que aguardo no son bien recibidos y es que hoy en día no te entiende casi nadie porque...
。Anuk! 。Despierta! Te has vuelto a dormir y vas a llegar tarde al colegio.
。Mama! Que ya no es colegio, ahora se le llama facultad... Parece mentira que seas mi madre.
Todavía me acuerdo que en mis tiempos... Bueno hijo, la cuestión es que vas a llegar tarde ソ Estabas soñando algo?
Hice como si no la hubiera escuchado y me fui a desayunar. El sueño... ソ Que estaba soñando?
La palabra libertad retumbaba en mi cabeza como el eco de la montaña cuando uno grita a pleno pulmón.
Llegue a la facultad cinco minutos tarde, como siempre. Fui corriendo hacia la clase pero la profesora no había llegado todavía. Era la clase de investigación biomulecular y trataba del estudio y la manipulación molecular de los seres vivos.
Habíamos empezado el año perdidos y yo mas, como no, así que tocaba aliarse con algún empollón de clase.
Cinco minutos después de haber llegado y haber puesto y encendido el portátil, entro la profesora. De repente la tensión en el ambiente se podía cortar con cuchillo. Todos nos callamos al ver a la Srta. Esteve, una profesora joven de unos veinte-largos que hablaba mucho y muy rápido, pensando que todos la entendíamos y que a parte, tenia muy poco tacto para realizar cualquier comentario. Tanto es así que un día al discutir con una compañera la pobre chica salio llorando por su culpa.
A pesar de todo eso, hoy era diferente. Su rostro calmado hoy había sido sustituido por una expresión nueva, desconocida. Se quito las gafas y anuncio en voz alta, casi chillando, pero despacio:
Chicos, no quiero alarmaros, todo esta en orden, vuestros proyectos están a salvo, pero tenemos que evacuar el edificio de prisa...y cuando digo deprisa, es muy rápido.
Al instante toda clase de teorías conspirativas empezaron a llenar nuestras cabezas y cada uno tenia la suya propia. Algunos estaban preocupados porque pensaban que podrían ser la razón del problema debido a los constantes problemas de refrigeración del laboratorio. Los empollones creían que habían descubierto algo grandioso y que el gobierno quería eliminar sus proyectos.
Lo único que pasaba por mi mente era: 。Mierda!。Mi proyecto, hay que salvarlo! Después de todo lo que me ha costado realizarlo...
Coji el portátil y mi mochila y me dirigí hacia la puerta. Nada mas pasar por el umbral sonó la alarma pero esta vez no era un simulacro, era una de verdad y una que da miedo: la de radiación.
La avalancha de estudiantes intentaba llevarme hacia la puerta principal, el punto contrario al que yo me dirigía, el laboratorio... A duras penas lograba pasar entre los estudiantes, todos gritando. El pánico se esparcía cada segundo mas y mas ... Los móviles sonaban, el caos, las luces...
Finalmente con mucho esfuerzo llegue al final del pasillo principal y alcance mi destino. Entre rápidamente y me puse a buscar entre todos los proyectos que había. Situados tal y como los habíamos dejado, sin ninguno tipo de protección, sin ni siquiera un plástico para taparlos estaban todos allí y no faltaba ninguno. La cuestión era encontrar el mio y era difícil por la oscuridad que había en el lugar. Pero no me podía permitir el lujo de encender la luz y ser descubierto.
De golpe me acorde de la mesa que había utilizado, la numero 3 y me plante allí. Había tantas cosas que circulaban por mi mente que no podía pensar. Estaba bloqueado. Mientras intentaba organizar mis ideas escuche unos golpes al lado de la puerta. Me gire e intente ver quien o que había allí cuando de golpe una de las probetas de alguno de mis compañero se derramo dentro de mi proyecto que justo acababa de encontrar. Todo había acabado, ya no tenia ningún sentido recoger todas mis cosas y correr porque ya no era el mismo proyecto, pero lo coji, lo cerré bien y lo metí en la mochila. Acto seguido me dirigí al estante de los informes y busque mi nombre apuntado con rotulador rojo encima de una libreta por la Srta. Esteve. Otra cosa mas que se iba a la amplia mochila que parecía estar diseñada para salvaguardar objetos raros...
En menos de cuatro minutos ya tenia todo lo necesario para seguir desarrollando mi proyecto. Pero ahora todo había cambiado. Los estudios de encimas y proteínas ya no servían, la composición molecular había cambiado o había mutado.
El grupo de evacuación esperaba a los alumnos en la puerta principal. Con la excusa de haberme quedado encerrado en una aula pude salir del edificio, pero no del recinto. El tráiler negro aparcado en la ancha calle parecía muy sospechoso y nada mas cruzar las grandes puertas de la facultad un señor con mono de plástico me pido que le acompañara para comprobar si me llevaba radiación a casa.
Después de media hora y realizarme las debidas pruebas, uno de los allí presentes me empezó a hablar:
Chico, no sabes que suerte has tenido.
¿Por que?
Porque estas limpio y te puedes ir...
Pero, ¿como es posible si he estado expuesto a radiación?
Chico, no hagas ninguna pregunta y vete corriendo a casa... - el señor acerco su rostro al mio y me susurro – porque los dos sabemos que no te has quedado encerrado en ninguna aula, solo pretendo ayudarte...
Ese argumento tenia mucho peso y decidí hacerle caso. Salí del tráiler donde me hicieron las supuestas pruebas y coji el metro. Sin hablar con nadie, sin saludar a nadie ni siquiera mire si por allí andaba Marta, mi mejor amiga, ella lo sabia todo de mi y yo de ella.
Me metí en el primer metro que paso, en el primer vagón y me senté en el primer asiento, que casualmente estaba libre. Ahora a mi lado había un señor ni muy mayor ni muy joven. Iba con ropa normal, tejanos,camisa y llevaba unos auriculares negros como los de todo el mundo, sin embargo esos eran mas gruesos y no parecían acabar en un reproductor de musica normal. Le mire a los ojos y pensé que este es el típico momento de película en el que el malo de la gabardina persigue al protagonista en el metro, desenfunda las armas debajo de la gabardina e intenta matar al protagonista.
Sin ir mas lejos, el hombre metió su mano derecha dentro del bolsillo de atrás del pantalón y pensé que tenia que huir, escapar, alejarme de el...
El tren llegaba a la siguiente parada y nada mas abrirse las puertas salo como si alguien me persiguiera. De inmediato el hombre se levanto y se giro hacia mi. Atónito observe como el extraño personaje sacaba un pañuelo del bolsillo. Se volvió a girar, esta vez de espaldas hacia mi y pude leer en su camiseta estampada, con inscripciones en latín, claramente:” Se lo que has hecho”.
Perplejo, volví a mirar las letras intentando buscar el mismo mensaje pero la velocidad y la posición del hombre no me dejaban ver nada.
Al cabo de algunos minutos coji el metro asustado y me fui corriendo a casa. No sabia que hacer ni que decir. Solo estaba seguro de haber robado algo.
Fue mas tarde cuando decidí llamarte...