John Ive, fue el jefe de diseños de los productos de Apple desde hace casi dos décadas, puesto a dedo por el mismísimo Steve Jobs que supo ver en él esa idea que tenía sobre lo que debía ser el diseño en los productos de su compañía. Ive se largó hace unos meses a fundar su propia compañía y de repente Apple lanza esto, que será todo lo potente que se quiera y con toda la calidad del mundo mundial pero que es un horror estético.
Estoy convencida que son los nuevos diseñadores los que han perpetrado esta cosa y que de haber permanecido aún en la compañía el iPhone no saldría a la venta con esta forma con la que previsiblemente va a salir.