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![]() Troll de internet: El fenómeno del trolling en la red![]() Si has pasado tiempo en foros de internet o navegando por redes sociales, seguramente te has encontrado con algún troll de internet. Ya sabes, ese usuario que publica comentarios provocativos o fuera de lugar con el único propósito de molestar, provocar reacciones emocionales o sembrar discusión. En este artículo vamos a sumergirnos en el peculiar mundo de los trolls de internet: veremos qué son exactamente, de dónde viene este término y comportamiento, cómo ha evolucionado con los años y qué tipos de trolls existen. También exploraremos las tácticas que utilizan, la psicología que hay detrás de sus acciones, cómo podemos identificarlos y, muy importante, cómo lidiar con ellos para mantener nuestras comunidades online saludables. Por último, comentaremos algunos casos curiosos y la famosa frase de "Don't feed the troll" ("no alimentes al troll"), para cerrar con una reflexión sobre el papel de estos personajes en la cultura digital actual. ¿Qué es un troll de internet?Empecemos por lo básico: la definición de troll de internet. Un troll de internet es, en pocas palabras, un usuario que participa en una comunidad en línea (foros, redes sociales, secciones de comentarios, etc.) con la intención deliberada de provocar, molestar o desviar la conversación. A diferencia de alguien que simplemente expresa una opinión contraria o controversial de buena fe, el troll busca generar reacciones negativas en los demás. Sus mensajes suelen ser incendiarios, irrelevantes o agresivos, y generalmente no aportan valor real a la discusión, sino que la enturbian. El término "troll" en este contexto viene de dos fuentes. Por un lado, del verbo inglés trolling, que originalmente se refiere a una técnica de pesca ("pescar al curricán") que consiste en arrastrar lentamente un señuelo o un anzuelo con cebo desde un bote en movimiento. Esto se usó metafóricamente en los primeros tiempos de internet para describir el acto de "poner un cebo" en forma de mensaje provocador y ver quién caía en la trampa. Por otro lado, la palabra coincide con "troll", la criatura mitológica de los cuentos (ese monstruo que vive bajo un puente e interrumpe el paso de los viajeros). La idea del troll como criatura traviesa o maliciosa encajó perfectamente para describir a estos usuarios problemáticos de la red. Así, "troll de internet" se volvió el término común para llamarlos. En resumen, llamamos troll de internet a esa persona que, amparándose muchas veces en el anonimato, se dedica a perturbar las conversaciones en línea con provocaciones y malas intenciones. Ahora que tenemos clara la definición, veamos cómo empezó todo este tema del troleo en la red. Orígenes históricos del trolling en internetLos trolls no son algo nuevo; de hecho, son casi tan antiguos como la propia internet. El comportamiento de trolear, como muchos le dicen coloquialmente, ya se podía observar en los primitivos foros de internet y sistemas de discusión de las décadas de 1980 y 1990. Uno de los entornos clásicos donde surgió este término fue Usenet, una de las primeras grandes comunidades online de discusión. En grupos de Usenet como alt.folklore.urban, a inicios de los 90, los usuarios veteranos usaban la expresión "trolling for newbies" ("trolear a los novatos") para describir una práctica en la que publicaban algún tema absurdo o una pregunta engañosa con el fin de hacer picar a los recién llegados. Era una especie de broma interna: los nuevos caían en la trampa respondiendo seriamente al asunto absurdo, mientras los veteranos se divertían a costa de ellos. En ese entonces el troleo tenía un tono más jocoso e inocente (aunque seguro que a más de un novato no le hacía gracia ser el blanco de la burla). Además de Usenet, los primeros trolls encontraban refugio en los BBS (Bulletin Board Systems) y más tarde en los canales de chat IRC. Con la masificación de internet a finales de los 90 y principios de los 2000, el trolling se expandió hacia nuevos espacios: foros web más modernos, secciones de comentarios en sitios de noticias, y eventualmente plataformas como 4chan (famosa por su cultura anónima y a veces caótica) y Reddit. Estas comunidades se convirtieron en terreno fértil para los trolls, donde podían actuar con bastante libertad. Por ejemplo, 4chan en sus inicios fomentaba una cultura de troleo constante, bromas pesadas y memes virales que luego se esparcían por toda la red. Evolución del comportamiento troll desde los 90 hasta hoyEn los años 90, el perfil del troll de internet era por lo general el de un entusiasta de los foros algo bromista, que operaba en comunidades relativamente pequeñas. Con el paso del tiempo, a medida que más gente entraba al mundo en línea, el fenómeno se volvió más notorio y diverso. Durante los 2000, con la llegada de las redes sociales masivas, blogs y enormes foros públicos, los trolls también se multiplicaron y adaptaron a estos nuevos espacios. El comportamiento troll ha evolucionado en su nivel de agresividad y alcance. En las primeras épocas, mucho del trolling tenía un carácter más humorístico o experimental. Sin embargo, ya entrados los 2000 y 2010, vimos la aparición de trolls más organizados y malintencionados. Por ejemplo, grupos coordinados de usuarios anónimos han logrado inundar encuestas online para manipular resultados, difundir noticias falsas (fake news) o lanzar campañas de acoso dirigidas a personas específicas. También surgió la figura del "troll político" o ideológico, a veces incluso respaldado por organizaciones o gobiernos, cuyo objetivo es influir en la opinión pública en redes sociales creando debate tóxico o desviando conversaciones. Hoy en día, con miles de millones de usuarios en línea, los trolls están en todas partes: desde las secciones de comentarios de periódicos digitales hasta Twitter, Facebook, Instagram y cualquier espacio donde la gente interactúe. La escala del problema ha obligado a que muchas plataformas desarrollen reglas de conducta y sistemas de moderación de contenido mucho más estrictos para controlar a los usuarios conflictivos. Lo que empezó como pequeñas travesuras en foros de nicho se ha convertido en un fenómeno global con impacto real en comunidades gigantescas. Tipos de troll en internetNo todos los trolls son iguales; bajo el término general de troll de internet se agrupan comportamientos muy distintos. Aquí vamos a diferenciar algunos tipos de trolls que podemos encontrar:
¿Cómo actúa un troll? Herramientas y tácticas típicasLos trolls de internet tienen un arsenal de tácticas y herramientas a su disposición para lograr sus objetivos de provocar y causar caos. Algunas de las más habituales son:
Psicología detrás del troll: ¿Qué motiva a un troll?La gran pregunta es: ¿por qué alguien se convierte en troll de internet? Las motivaciones pueden variar de una persona a otra, pero hay algunos factores comunes que la psicología ha identificado tras este comportamiento:
¿Cómo identificar a un troll en redes sociales y foros?En ocasiones puede ser difícil distinguir a un troll de alguien que simplemente tiene una opinión contraria. Sin embargo, hay señales que nos pueden ayudar a identificar a un troll en nuestras interacciones en línea:
Consecuencias del trolling: impacto y toxicidad onlineImpacto en las víctimas: Ser blanco de un troll puede ser una experiencia frustrante y estresante. A nadie le gusta que lo insulten o se burlen de él repetidamente en público. En casos de trolls maliciosos que acosan a personas específicas, el impacto emocional puede ser significativo. Las víctimas pueden sentir ansiedad, miedo, tristeza e incluso llegar a auto-censurarse (dejar de participar en debates o comunidades por no "aguantar" el ambiente hostil). En situaciones extremas, el acoso prolongado en línea ha contribuido a problemas de salud mental serios en algunas personas. Toxicidad en la comunidad: Un solo troll muy activo puede arruinar la atmósfera de un foro o grupo. Su presencia constante desviando temas y atacando a la gente genera un clima de hostilidad donde los demás usuarios ya no se sienten cómodos expresándose. Esto puede llevar a la pérdida de participantes valiosos que se hastían del ambiente tóxico y deciden marcharse. Con el tiempo, una comunidad que no controla a sus trolls puede volverse un espacio famoso por su negatividad, ahuyentando a nuevos miembros y empobreciendo la calidad de las conversaciones. Moderación y posibles censuras: La proliferación de trolls obliga a que los administradores y moderadores de plataformas tomen cartas en el asunto. Muchos sitios implementan normas de convivencia y sistemas de reportes para gestionar este problema. En casos necesarios, los moderadores bloquean o expulsan a los trolls más nocivos. Si bien esto es positivo para mantener la salud de la comunidad, a veces surge la crítica de que se está censurando. Es un equilibrio difícil: por un lado, dejar que los trolls campen a sus anchas destruye la conversación; por otro, si los moderadores se vuelven demasiado estrictos podrían coartar la libertad de expresión de usuarios que no son trolls pero que quizá expresaron opiniones impopulares. Por ello, las políticas de moderación de contenido suelen refinarse constantemente, intentando distinguir entre crítica legítima y trolling malicioso. Efectos colaterales en la cultura digital: El fenómeno de los trolls también ha generado un sinfín de debates sobre el anonimato en internet, la responsabilidad de las plataformas y la educación digital de los usuarios. Algunos argumentan que el anonimato es importante para la libertad de expresión y que los trolls son un precio a pagar por esa libertad. Otros, en cambio, abogan por identidades verificadas para reducir los abusos. En cualquier caso, el trolling ha obligado a todos a reflexionar sobre cómo construir comunidades online más seguras y cordiales. ¿Cómo lidiar con trolls online? Estrategias y consejosLlegados a este punto, cabe preguntarse: ¿qué podemos hacer los usuarios de a pie para manejar la situación cuando aparece un troll en nuestras interacciones online? Aquí van algunas estrategias clásicas (y efectivas):
"Don’t feed the troll" y la cultura del trollingEl concepto de "no alimentar al troll" se ha convertido en una especie de mantra dentro de la cultura de internet. Esta sencilla frase resume la sabiduría popular acumulada tras años de lidiar con trolls: si no les das atención, eventualmente se cansarán y se irán a molestar a otra parte. Tanto es así que en muchos foros de internet y comunidades veteranas, cuando aparece un mensaje troll, varios usuarios responden simplemente con "No alimenten al troll" a modo de recordatorio para los demás, antes de que la discusión se salga de control. A lo largo de las décadas, han surgido también casos notables de trolling que se han vuelto parte del folclore de la red. Por ejemplo, grandes "troleos" colectivos donde una multitud de trolls coordinados logró engañar a la prensa o generar tendencias absurdas en Twitter, solo por las risas. También está el icono clásico del troll: la imagen conocida como "Trollface", un dibujo de una cara sonriendo de manera maliciosa, que se volvió meme representando a la perfección el gozo del troll al salir con la suya. Esta cara se ha convertido casi en sinónimo del troleo y es un guiño cómplice en la cultura de los memes. Culturalmente, el troll de internet ha pasado de ser un simple molestón en un foro a una figura casi legendaria en la narrativa de la web. Se le menciona en series de televisión, películas, artículos de prensa y estudios académicos. Incluso se hacen chistes con la idea de "no alimentes al troll" en contextos fuera de internet, aplicándola a cualquier persona que provoca deliberadamente para llamar la atención. Conclusión: El papel de los trolls en la cultura digital actualLos trolls de internet son, nos guste o no, parte del ecosistema de la vida online. Representan en muchos sentidos el lado oscuro (y a veces cómico) de la libertad que ofrece internet: cualquiera puede decir casi cualquier cosa, para bien o para mal. En la cultura digital actual, los trolls cumplen el papel de "agentes del caos". Su presencia nos recuerda la importancia de la moderación, la empatía y las normas de convivencia en las comunidades online. Gracias a ellos (o por culpa de ellos), hemos aprendido lecciones valiosas: desde desarrollar un ojo más crítico para detectar información falsa o malintencionada, hasta la simple pero poderosa estrategia de ignorar provocaciones vacías. Por supuesto, no todo es negativo en torno a la figura del troll. En ocasiones, sus intervenciones (especialmente las de tipo humorístico) han dado origen a bromas, memes y momentos que luego forman parte del folclore de internet. Incluso podría decirse que los trolls obligan a las comunidades a reforzar su cohesión: nada une más a la gente que tener un "enemigo común" del que protegerse, en este caso el troll pesado de turno. Sin embargo, es importante no glorificar ni normalizar el acoso y la toxicidad. La mayor parte de los trolls aportan muy poco valor real a las discusiones y a veces causan daños significativos. Por eso, es fundamental fomentar una cultura digital en la que ser un troll no salga a cuenta: que la mayoría de usuarios estén conscientes de qué es el trolling, cómo detectarlo y cómo responder adecuadamente. Solo así lograremos que los trolls sean un pequeño pie de página en la historia de internet, y no los protagonistas. En resumen, el troll de internet es una figura bien conocida en nuestro tiempo, con una historia que va de simples travesuras a complejas tramas de desinformación. Saber reconocerlo y manejarlo es ya casi una habilidad esencial para cualquiera que participe en la vida online. Al final del día, por cada troll ruidoso siempre habrá miles de personas dispuestas a tener conversaciones genuinas; quedémonos con eso y no dejemos que los trolls dominen la narrativa de nuestras experiencias en la red. |
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