Estoy absolutamente de acuerdo contigo. Al final lo de tener antes que nadie las nuevas versiones de Android se paga muy caro. No tengo intención de vender el terminal, como dije, porque sigo pensando que, salvo el desastroso software que tiene, sigue siendo un pedazo de teléfono y aún tengo esperanzas de que vayan mejorando los bugs que trae. La pantalla verde se lo perdoné y no me molesta en absoluto, lo que me mosquea mucho es que estamos ya casi en febrero, 4 meses ya desde el lanzamiento, y aún sigo viendo fallos clamorosos.