Pues mira, por hablar y justo un mes después de lo que escribí, hoy ha fallecido de muerte súbita. Así, tal cual. La pantalla se ha quedado clavada y se ha apagado sin más. Un par de intentos de reiniciarse con las letras de Google, como si fueran los últimos estertores, y luego el silencio y la oscuridad más absolutos.
Mañana voy a comprarme un MI A2.