Cambiar el diseño es cambiar el diseño pero no innovar en el sentido estricto del término. Vamos, como le puede ocurrir a un coche, en el cual no pasa nada por que siga una línea de diseño durante 10,12 o 15 años. Un móvil que se vende bien y que gusta no tiene por qué cambiar radicalmente su diseño cada año. No tendría sentido. Eso lo harán (y hacen) las marcas que no saben cómo captar nueva clientela y va pegando bandazos en busca del diseño que cale.