Pues la propuesta alemana tiene todo el sentido en cuanto a ética medioambiental.
Como no estamos en un planeta de recursos infinitos, lo que hay que intentar hacer, por sentido común, es que los dispositivos electrónicos duren mucho tiempo y sean reparables, y así no malbaratar materias primas ni recursos naturales, aunque ya sé que por aquí a algunos les provocará repelús la idea
Las políticas de hacer productos baratos de usar y tirar (que a los chinos les gusta tanto) no tiene nada de futuro