Lo que pasa es que cuando alguien suelta la frase mágica del ecologismo, la paz y la felicidad para todos por igual, espera que "alguien" vete tu a saber quien, lo tiene que solucionar.
Es la polla, como si los que decimos esas cosas estuviéramos en un trono supervisando que el resto cumplan. Si no hacemos nada de manera individual, no va a pasar nada, nada va a cambiar, pero siempre podremos culpar a "los que no hacen nada para cambiarlo".