Estoy de acuerdo contigo en todo salvo en una cosa. Un móvil es un producto de consumo masivo, destinado a todo tipo de gente, incluida gente mayor o cualquier otro tipo de colectivo que no entiende nada de sistemas. Por eso un móvil debe ser ante todo robusto y fiable y eso es responsabilidad de los fabricantes.
Es cierto que para fallos está el SAT, pero si vas con un fallo aleatorio y no reproducible fácilmente lo tienes crudo.
Añado que a mi señora este móvil le va de lujo. Y es una suerte para mí, ya que se lo compré yo.