Me regalaron el Mi Max 3 en enero y, por hacer un símil, digamos que se encuentra en estado vegetativo.
La verdad es que le he dado mala vida --tralla intensa con uso profesional y mucho golpe-- pero ni más ni menos que al resto de teléfonos que han pasado anteriormente por mis manos. Sin entrar en cuestiones técnicas, es el móvil que peor me ha salido en toda la vida.
A falta de alternativa en estos momentos, vuelvo a mi fablet anterior, una Huawei Mediapad X2 que tiene 5 años de vida. Ahora la encuentro pesada para mi mano, que no grande. Por lo demás, funciona como una campeona.