Es que las pantallas de Xiaomi son bastante reguleras salvo en la gama alta, cosa entendible por su precio, pero la del Mi A3 encima de ser muy mala tiene una resolución penosa (720p) más propia de un terminal del 2012/2013 que de uno del 2019. Además su capa de software es terrible comparada con lo intuitiva y agradable que es la OneUI de Samsung.