Normalmente las conversaciones de nuestro teléfono son entre nosotros mismos y otra persona (incluso puede ser una conferencia entre varios en la que también participamos nosotros) y con el fin de tener pruebas de lo que en esa conversación se ha dicho.
Eso en España es totalmente legal y se puede hacer sin ningún problema. De hecho, se pueden usar esas grabaciones como prueba en juicios y en disputas legales.
Así que, no tengáis miedo de grabar las llamadas sin el consentimiento del otro o sin que el otro lo sepa, incluso de usarlas en caso de ser necesario.