Eso se va pasando con la edad.
Yo antes miraba hasta las especificaciones más remotas para decidir qué modelo comprar, al final compraba uno y a los pocos meses e incluso semanas, ya estaba pensando en el siguiente.
Ahora me he vuelto mayor, y por tanto más “simple”, y uso dos móviles, el del trabajo el que me den, y me da exactamente igual el que sea, y el mío personal el iPhone de turno, y cuando se me rompe o ya tiene sus años, voy a la Apple Store y compro el más nuevo que tengan sin pensar demasiado.
Y así vivo muy tranquilo.