Los smartphones se han transformado en una herramienta muy valiosa en nuestro día a día. Como sabéis, los utilizamos para muchas cosas: navegar por Internet, acceder a nuestras redes sociales, gestionar el correo electrónico, comunicarnos, ubicarnos y un larguísimo etcétera. Además, muchos de nosotros almacenamos en ellos
información importante, como fotografías, documentos y datos de acceso a cuentas bancarias, entre muchas otras opciones.
Si a la importancia de los datos almacenados en nuestros smartphones sumamos el
valor del propio terminal, que puede ser muy elevado si se trata de un teléfono móvil inteligente de alta gama, es evidente que su pérdida puede ser un trastorno tremendo capaz de ocasionarnos un enorme quebradero de cabeza. Gracias a las apps de acceso remoto podemos localizar, rastrear, bloquear, e, incluso, eliminar los datos de nuestro smartphone. Como podéis imaginar, es imposible garantizar que en el futuro no tengamos un despiste puntual y lo perdamos, o algo aún más difícil de evitar: que nos lo roben sin que nos demos cuenta, o, peor aún, que nos lo arrebaten a la fuerza. Afortunadamente, lo que sí podemos hacer es ser previsores y
minimizar el daño si se presenta alguno de estos problemas, incrementando, de paso, la probabilidad de recuperar nuestro smartphone e impidiendo el acceso a nuestros datos. Veamos cómo hacerlo.