Cada uno... pero creo que, sinceramente, mucha gente se hace unos líos mentales a la hora de comprar un móvil...
Samsung nunca ha tenido lo mejor en todo en nada, tal vez sí en pantallas. Samsung es una marca que en su gama alta hace los dispositivos de lo más equilibrados.
Si eres un obseso de la fotografía tu destino es Huawei.
Si eres un obseso de la autonomía...
Etc., etc., etc.
No, el P30 Pro ni tiene el diseño ni los materiales a la altura de los Samsung. Que si las caámaras son superiores y las baterías de lo mejor, pues sí, y para de contar.
El S10+ la autonomía no es de las mejores, pero tampoco es mala.
En cuanto que si los 120 Hz vs. los 60 Hz no son nada sublime... Pues evidentemente no. Son detalles. Quieres lo último, pues pagas el tope de gama en cada momento.
No, no tienes un mal móvil si tu pantalla es una buena pantalla a 60 Hz, por supuesto que no, pero los 120 Hz se nota sutilmente y si quieres esa experiencia, clin, clin, caja.
Los S21 no son mucho mejor que los S20, como nunca lo es un modelo top con el siguiente (aquí milagros no hace nadie -bueno, apple le dice a sus palmeeros que sí, pero es cuestión de fe y nada más, de realidad tiene poco-.
Los S21 ganan en autonomío. El exynos que monta es más eficiente y pierden en resolución -ya no son QHD, salvo el ultra- pero ganan en brillo y en fluidez.
Objetivamente no suele haber motivo, fuera del carpricho, para sustituir un top de gama de un año por el siguiente, pues las diferencias son sutiles.
Yo me he cambiado de un S10+ a un S21 ultra. Tenía un gran teléfono y tengo un teléfono mejor, pero ni soy más guapo, ni la tengo más larga ni me soluciona ningún problema que no me daba el S10+- Simplemente quería un teléfono tipo Note, con stylus. No hay más.
¿Merece la pena el cambio? Pues según tus necesidades y lo que te sobre la pasta o te queme en el bolsillo.
Mi recomendación, si tienes un S20, no te compres un S21... quizás tampoco un S22, sino un S23 a no ser que tengas necesidades muy específicas.
Cambiar de móvil cada año es por capricho y para obsesos, no cambias nada más que sutilezas.