Yo la mayor pega que le veía a la serie M era la misma que en la mayoría de Samsung en Europa: procesadores Exynos. Sobre todo en cuestión de cobertura, donde dejan mucho que desear. Yo probé recientemente un M31 y era lo que más fallaba con diferencia. La pantalla AMOLED genial, la batería daba fácilmente y sin esfuerzo para diez horas de pantalla y las cámaras bastante decentes. Pero ese procesador, que hacía que el teléfono, donde otros tenían cobertura 4G a tope, se pasara a H+, mataba completamente la experiencia.
Con el paso a Snapdragon esta gama media puede dar mucho juego, pero ese precio, al estilo iPhone SE, es demasiado. La cosa está en que dentro de seis meses es posible que haya bajado bastante de precio. Con 389€ se han pasado muchísimo.