Me ha sorprendido cómo estos días las reacciones de bastante gente han sido parecidas a las mías. Inicialmente rechazo ante la idea de que no haya cargador en la caja, pero luego pensándola en frío tiene todo el sentido del mundo. Reducir precios, reducir (mucha) chatarra electrónica y dejar al usuario elegir qué velocidad de carga quiere y pagar acorde a ello.
Para mí la combinación de oro para iPhone es el cargador de 12W para cargas rápidas y una base de carga inalámbrica para dejarlo por las noches en la mesilla. No uso el cargador de 5W incluído para nada.