Lo más triste de leer toda la publicidad sistemática, gratuita, descarada y desesperada que haces de la Manzana es que pese a todo tu esfuerzo, en Cupertino no saben ni que existes.
Y de cobrar de ellos olvídate macho, estos son de cobrar ellos y sólo ellos.
Si eres feliz debería bastarte, pero cansas un huevo.