Dice el refrán, cuando seas padre, comerás huevos..
Cuando estas en pleno paritorio, y el medico, ats, enfermera o quien sea, te mira, te pregunta, el padre? dices si, y te suelta envuelto en un trapo lleno de mierda un par de ojos que te miran directo..
Ahí fue el primer momento en mi vida que supe que podía querer algo por encima de mi misma persona.. No hay NADA que a día de hoy supere el amor que puedo sentir por mis hijas.. Ni mi propia vida.
El amor de unos padres por sus hijos es incomparable, y solo se le puede acercar el amor que puede llegar a sentir un abuelo por sus nietos.. En palabras de mi padre, es el mismo sentimiento que tuve contigo pero de una manera especial, sin "responsabilidades".. es amor a corazón abierto..