Puede ser que el móvil te haya cogido manía por alguna cosa que has hecho o dicho. Pídele perdón, escucha sus demandas, promete mejorar y no olvides hacerle algún regalo.
Otra opción es que al tenerlo en el bolsillo y estar echado en el sofá, con lo que queda más tapado, pierda la señal del wifi y/o la cobertura. Cuando te levantas vuelve a conectar y recibes de golpe todas las notificaciones.
Estar tumbado con el móvil en el bolsillo, es la forma más fácil de romper la pantalla o que se recaliente por no poder disipar bien el calor.