Nada más leer el titular estaba pensando: "seguro que será un móvil barato y con especificaciones obsoletas". Y mira por donde, resulta que he acertado.
Vale que los teléfonos con batería no extraíble se pueden haceer más finos que aquellos en los que se podía quitar, pero estoy seguro que una gran mayoría de usuarios de teléfonos de gama media estarían encantados de renunciar a dos o tres de milímetros a cambio de poder sustituir la batería el día en que esta empiece a fallar. Y lo de que ayuda a conseguir la certificación IP68 ya no vale como excusa, porque los móviles que no la tienen también llevan la batería integrada.
Si eso no es obsolescencia programada...