Pero vamos es de cajón, si tú amigo hijo o novo esta disputando la final de natación en los juegos Olímpicos no entiendo que haces tomando una taza de café en la terraza o conduciendo.
Es un argumento pueril, y demuestra que pese a ser buenas ideas, las de la intercomunicación, su aplicación en determinadas circunstancias roza el absurdo.