Aunque volvamos a lo de antes y aunque le perdamos el miedo a este puto virus de todo lo malo se aprende.
Aprendimos de la crisis, aprendimos de la pandemia y aprenderemos de todas las desgracias que nos ocurran. La vida es así, nadie nos ha garantizado nunca una vida fácil.
Puedes ser el más afortunado del mundo que si un día la vida se tuerce, nada de lo que hayas logrado habrá servido de mucho si el problema que te ha llegado no tienes como solucionarlo. O puedes ser la persona más desgraciada del mundo que algún día la vida se puede volver a tu favor y solucionar todo lo que para tí eran problemas.
Dinero, salud, amor, lujos, éxito, familia, fama, físico, bienestar, tranquilidad, paz, salud mental, trabajo, ver, caminar o muchos otros aspectos de la vida pueden ser un gran problema para cada uno de nosotros aunque la suerte nos sonría. Siempre existe algún pequeño detalle que falla o que te gustaría mejorar, pero no por ello debemos derrumbarnos, la vida es así.