Comodísimo. Ya verás que cómodo mañana cuando una aplicación, sin pedirte permisos especiales para absolutamente nada, acceda con permisos de superusuario a tu teléfono y te robe las contraseñas del banco, tus cuentas de correo y hasta las fotos cachondas de tu muchacha si se da el caso.
Pero eso sí, comodísimo hacer un click y tenerlo rooteado. Anda qué... esperemos que se solucione.