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Por suerte o por desgracia, para el consumidor en general, y sobre todo en España, no se compra un producto viendo detenidamente sus características, sino que el nombre de la marca ya vende por si sólo. Si le pregunto a un adulto si le suena HTC, la mayoría me responderá que no, pero con sólo decir Samsung, por poner un ejemplo, ya saben que es un compañía de calidad.
HTC tiene dos fallos, el primero como ya he destacado es el marketing, por lo menos en este país, y el segundo es el precio de los terminales. No puedes intentar vender un móvil por 600€ cuando móviles del mismo nivel están por 300€ o 450€. La mayoría de consumidores no se fija en qué modelo de procesador lleva o si la pantalla es HD o IPS, el precio es lo que manda.
Y ojo, a mi me gusta HTC, es más, me gustaría que mi próximo móvil fuera sin ningún problema un HTC, pero pagar por el One S más dinero que por el Nexus 4...
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