Hoy hace cuatro semanas, veintiocho días o casiunmés que cayó el mío.
Veintocho días, cuatro semanas o casiunmés que llevo esperando a que me lo terminen de reparar.
Menos mal que vivo en Madrid, ciudad avanzada donde las haya, capital de un reino centenario. De otra forma, quién sabe. Podría ser peor. Son solo veintiocho días, cuatro semanas, casiunmés.
Menos mal que, como es un problema menor, que afecta solo a un 0,25%, a un 1%, a un 3%... todos sabemos que a un 99,75%, a un 99% o a un 97% no les va a pasar. O eso parece.
Menos mal que como HTC, Apple o LG también tienen sus cositas, no vamos a ser nosotros tan escandalosos como para poner el grito en el cielo por unos cuantos móviles.
Menos mal que somos así, de alegría fácil.
Menos mal.
