Me la robaron el 28 de octubre en Bilbao, rompiéndome la luna del coche.
La pérdida es un fastidio, desde luego, pero mucho más por el contenido.
Me duele haber sido tan bobo. Aunque es una idiotez no pierdo la esperanza de que pillen a quien lo hizo.
En fin, a otra cosa, ya no tengo tablet.