La utilidad que tiene es que tú solo puedes instalar aplicaciones en la memoria interna del teléfono o en la SD interna. Por lo tanto, tienes unos escasos 3,6 GB para instalar aplicaciones.
Si engañas al teléfono, intercambiando la SD interna por la externa, entonces ganas mucho espacio para instalación de aplicaciones, ya que puedes tener una SD externa de, digamos, 16 GB.
Por lo tanto, es recomendable en aquellos casos en los que vas a instalar aplicaciones de gran tamaño, como juegos, navegadores, etc, y te ves limitado por el tamaño de la SD interna.
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