Nada mas lejos de la realidad. Cada vez las empresas respetan menos el derecho a una vida digna y nosotros como consumidores les damos aun mas poder. Las personas que no cumplen con sus requisitos de chupabotez son rápidamente eliminadas con las peores excusas posibles. Los proletarios se clavan puñales entre ellos mismos para conseguir ese margen de superioridad que todas las personas acomplejadas añoran.
Nuestra sociedad se hunde poco a poco y preferimos mirar a otro lado
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