La lógica es que si publicas un catálogo de precios o pones una oferta, tienes que asegurarte muy bien de lo que pones, porque después, errata o no, tienes que cumplir con los clientes, ya que estos no tienen culpa de que alguien haya metido la pata, es tu responsabilidad, te toca apechugar con el fallo, y es que muchos se aprovechan también de eso para darse publicidad, ofertas muy golosas y después con la excusa del error tipográfico el que sale perjudicado es el cliente. Listos hay en todos lados, en las empresas, y en los clientes.
Y también es culpa suya el no haber detectado antes el error, si lo hubieran detectado antes y hubieran quitado la oferta y que no se pudiera comprar, el perjuicio hubiera sido menor, el fallo fue doble.