Como no lo entendiste bien a la primera, vuelvo a explicarte por qué no es lo mismo:
China puede hacer para dentro de sus fronteras lo que le salga de las bolas (chinas, claro), que eso no nos afecta en NADA al resto del planeta. Es un país soberano que prefiere que el dinero fluya siempre en el mismo sentido, y que no se escape un solo billete (no como hacemos en España que, teniendo cosas cojonudas, preferimos lo de fuera) Y, sin embargo, ahí tienes a tu manzana del alma, vendiendo teléfonos en el país del sol naciente como si no hubiera un mañana... A ver si van a vetar la entrada de todo lo que empiece por "i latina" y entonces la que se hunde en el fango es "tu empresa"
En cambio, el veto de EE.UU. hacia cualquiera de las marcas chinas significa condenar al comprador/usuario A NIVEL GLOBAL, y no solo en su país de "las libertades".
Porque, engañate tu si quieres, pero no intentes arrastrar al resto, lo que hace EE.UU. no es evitar la compra/venta/uso de tecnologías chinas a sus fieles paletos de la américa profunda (y por su bien, claro). Lo que hacen es cerrar el chiringuito a la marca, impidiéndole usar tecnologías que se han convertido en estándar dentro de la industria (léase servicios de Google, por ejemplo) de modo que se aseguran de que nadie en el puñetero planeta Tierra pueda hacer lo que le venga en gana, porque no obtiene un producto completo.
¿Sigues sin entender la diferencia? ¿En serio?