En su justa medida sería -simplemente lo digo como información y por trolear un poco a modo de humor- limitar a 129 km/h, porque, por lo menos cuando me saqué el permiso de conducción, cuando Franco era corneta, se podía rebasar en 10 km/h la velocidad genérica de la vía en la maniobra de adelantamiento, siempre que el adelantado no fuera a la máxima