Sea lo que sea, ¡qué Dios nos pille confesados!
Os quería comentar un detalle, sin ánimo de crear polémica; podéis pedir información a vuestros operadores para ver si es cierto.
Ojo con lo que se hace con paypal y las tarjetas de crédito que, en ocasiones, nuestra actitud nos puede jugar malas pasadas a la hora de pedir la devolución del dinero por un producto que no se nos ha enviado. Dependiendo de quién pilles puede llegar a valorar que la operación en la que has incurrido era de enorme riesgo y se pueden llegar a negar a devolverte el importe de la compra. Es decir, que al comprador también se le puede atribuir una conducta poco ética y negligente; aunque debe ser el banco, en definitive, el que debe mostrar este agravante.
Pero te pueden tocar bastante los huevos y volverte bastante loco.
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