Pues sí, por los delirios de un imbécil descerebrado e incapaz nos quedamos sin actualizaciones ni soporte ni poder utilizar ninguna de las apps de Google y, en la práctica, nos obligan a cambiar sí o sí de marca de móvil cuando ya no compense quedarse en Oreo o Pie o, simplemente, cuando ya no nos llegue más ningún parche mensual de seguridad de Google.
