Particularmente le metería en una caja con la batería sacada para evitar que se sulfaten y le guardaría. En 20 o 30 años siempre habrá alguien que le quiera por nostalgia, por coleccionismo, fetichismo o vete a saber.
Lamentablemente no es un teléfono que a día de hoy pueda ser comprado por más de 50 euros y creo que estoy siendo demasiado generoso.
El valor real no se corresponde con el que nosotros como poseedores podemos creer que tiene.
|