En carga rápida, fuerzas más la batería. Es mejor a fuego lento, como ya bien han dicho. Aunque si usas el cargador oficial de la marca, no deberías de tener ningún tipo de problema.
¿Por qué?
Los cargadores y smartphones utilizan un voltaje de 5V y una intensidad de entre 1 y 2 amperios para cargar las baterías.
En cambio, los sistemas de carga rápida utilizan un voltaje dinámico que aumenta los voltajes para trabajar con valores de entre 5 y 12 voltios e intensidades que oscilan entre 1 y 3 amperios.
Al conectar un cargador con función de carga rápida a un dispositivo que soporte este tipo de carga, ambos dispositivos se sincronizan y el algoritmo implementado en el procesador establece la potencia adecuada que el dispositivo necesita en cada momento de la carga, para conseguir que la batería se cargue en el menor tiempo posible y con total seguridad.
La carga de la batería no es lineal, sino que utiliza su máxima potencia cuando la batería está en niveles muy bajos para restablecer la autonomía en el menor tiempo posible, para luego ir reduciendo progresivamente esa potencia de carga a medida que se acerca a la carga completa.
Así, un smartphone con tecnología de carga rápida puede recuperar en torno a un 60% de su capacidad de carga en los primeros 30 minutos mientras que, para el resto de la carga, puede alargarse hasta 1 hora.
¿La carga rápida degrada la batería de mi móvil?
Con lo que hemos visto hasta el momento sobre la carga rápida todo llevaría a pensar que, si se fuerza la carga de batería con un mayor voltaje, la degradación de la batería de tu smartphone también se acelerará en la misma proporción.
Lo cierto es que no es así, o al menos esa degradación no se diferencia a la que sufriría la batería de cualquier otro dispositivo que no tenga carga rápida. El secreto para conseguir mantener protegida la batería durante la carga rápida del dispositivo lo encontramos precisamente en el algoritmo que permite variar en cada caso la carga que se recibe.
Como ya he comentado, la carga rápida no se realiza de forma lineal, sino que solo se aplica en la franja de entre el 1 y el 80% de la capacidad de la batería. Una vez superado ese porcentaje, la carga rápida se desactiva y se completa cargando el dispositivo hasta el 100% con un voltaje normal. Por ese motivo, en algunos modelos se tarda menos en llegar hasta el 80% de la carga que en completarla hasta el 100%.
Esta ralentización final en la carga protege a la batería de sobrevoltajes y otras anomalías y contribuye a mantener la batería de tu smartphone en buenas condiciones por más tiempo.
PS: Si lo vas a cargar con carga rápida, por lo menos, usa el cargador oficial de la propia marca y no uno de un tercero.
Un saludo.
