Normal que pierdan fuelle: los terminales son excelentes pero tienen precios prohibitivos para la mayoría y los que probaron un S8 ya no pueden comprar el S9: intentarán que dure por lo menos otro año.
Otros, directamente, renunciamos a la gama más alta porque la gama media ofrece todo lo que un usuario normal pueda necesitar (que no desear, claro: todos querríamos una cámara prodigiosa y memoria infinita).
O empiezan a moderarse (el Note9 puede pasar de 1200€) o las gamas Galaxy S y Galaxy Note quedarán como algo reservado a los manirrotos (que puedas comprartelo no significa que deba ser tu teléfono) y a los que tengan verdadera necesidad de alguna de sus características, como el S-Pen.