En esencia tanto Google Pay como el resto de plataformas de pago pueden funcionar con cualquier tarjeta sin importar cual sea la entidad emisora.
El problema estriba en que para ello deben establecer convenios con dichos emisores, es decir, son estos últimos los que deben admitir o no la integración de sus medios de pago en una u otra plataforma y aquí es donde cada uno mide la repercusión que dicha integración (o falta de ella) puede tener a nivel económico y/o de imagen.
Los culpables son los emisores, no las plataformas de pago.
Yo tengo la suerte de que mi banco si funciona con Google Pay y uso el pago con el reloj de forma habitual sin ningún problema en absoluto.
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