Respecto al rendimiento, al poner dos al lado y abrir aplicaciones seguro que no hay grandes diferencias entre media y alta, pero cuando te pones a usarlo en el día a día es cuando lo notas de verdad.
Situaciones de sobrecalentamiento, cambio entre apps con multitarea, llegada de notificaciones mientras le estás dando un uso fuerte... todo eso se nota bastante en la potencia.
De hecho, hasta que no he tenido el Note8 ningún Android que haya tenido antes ha cumplido mis expectativas a la hora de mantener aplicaciones en segundo plano o hacer cambios entre ellas de forma fluida.