|
Desde pequeñito me encanta el campo. Una parte del tiempo me crié en el. Me encanta (y me sigue gustando) recorrerlo y conocerlo, descubrir nuevos rincones o nuevos matices de los que me eran familiares.
Lo he disfrutado a pie, a caballo, en bicicleta, en 4x4 y en moto, pero siempre desde el respeto.
Primero fueron contra las motos porque hacían ruido y molestaban la fauna. Luego por los 4x4 que erosionaban el terreno. En aquellos momentos lo comentaba con el grupo de amigos con los que salía con la bici y, la mayoría, estaban a favor de que se prohibiera a motos y 4x4 circular por los caminos. Entonces les hablé de estas palabras:
Primero fueron a por los judíos,
y yo no hablé porque no era judío.
Después fueron a por los comunistas,
y yo no hablé porque no era comunista.
Después fueron a por los católicos,
y yo no hablé porque era protestante.
Después fueron a por mí,
y para entonces ya no quedaba nadie que hablara por mí.
Les comenté que cuando a los políticos, metidos a ecologistas de despacho y traje de armani, les da por prohibir en vez de regular y perseguir a los infractores (porque es más fácil meter a todos en el cajón de "malos" que analizar individualmente el comportamiento de cada persona) terminaría llegandoles el turno a las bicicletas e, incluso, a los senderistas. Poco más o menos que pensaron que estaba chiflado.
Hoy tal vez alguno se acordará de aquellas conversaciones mientras descansábamos de la ruta a la sombra de un alcornoque.
Por cierto, recuerdos a todos ellos (por si alguno es aficionado a las PDAs)
Salu2.
|