Lo de la batería no extraíble tiene justificación.
A los usuarios no nos gusta, pero para los fabricantes es una bendición:
1- Menor coste: las baterías extraíbles tienen más capas de protección y un aspecto más robusto, eso se traduce en dinero.
2- Inmunidad a rotura: una de las averías más comunes es la rotura de los conectores de la batería, a menudo por mala manipulación del usuario.
3- Más facilidad a la hora de diseñar el teléfono y distribuir componentes.
4- Posibilidad de añadir certificaciones IP para polvo y agua.
Por supuesto, soy de los que cambian diseño y resistencia al agua por tener batería extraíble y poder reemplazarla a necesidad, y como todo es cíclico, seguro que acabará volviendo.
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