Pues bajo mi punto de vista hemos llegado a un punto en el que el hardware ha evolucionado por encima de los requerimientos de software. Me explico, creo que a partir del Snapdragon 800, los 2GB de RAM, las pantallas Full HD de 5" o más, los 3000mAh de batería y el sensor Sony IMX214 para la cámara, tenemos hardware mas que suficiente para mover, con un mínimo de optimización, cualquier versión de Android con absoluta fluidez y para correr cualquier aplicación disponible salvo juegos de ultimísima hornada.
La falta de requerimiento de capacidad de proceso por parte del sistema operativo y las aplicaciones, hace que el día a día de un gama media con respecto a un gama alta altísima sea muy pero que muy similar lo que difumina mucho la barrera entre gamas altas y medias, al menos en lo que a experiencia de uso se refiere. Me gustaría saber en cuantas ocasiones un Snapdragon 820 se ve obligado a entregar su máxima potencia durante la vida útil del teléfono (benchmarks a parte claro está). Es cierto que hay diferencias, claro que las hay, mi hermano se acaba de pillar un S7 Edge y la pantalla es increible, la cámara fantástica y va muy fluido. Pero es que en mi antiguo MX4 la pantalla era muy buena, fluidez a la par y cámara también sobresaliente. Y mi nuevo Xperia C5 Ultra idem de idem (encantado con sus 6 pulgadotes de pantalla por cierto).
Mi conclusión es que para lo que a día de hoy hacemos con un teléfono movil el 99% de las personas (y casi diria que para todo lo que hoy día se puede hacer un teléfono móvil), el hardware de los gamas altas está sobredimensionado frente a unos gama media que rinden a la perfección por la mitad del precio. Casi diría que hoy en día la principal diferencia entre gamas medias y altas se observa en la calidad de la cámara, ahí si que aprecio un salto reseñable y por el que vale la pena optar por un gama alta. Pero para los que, como yo, sacamos a pasear una cámara de verdad cuando nos hace falta (en mi caso una Samsung NX3000 con objetivos 16-50 y 50-200 estabilizados) pues no tiene demasiado valor.
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