A ver, es más incómodo, sobre todo porque si lo quieres utilizar con cascos, cuando lo metas en un bolsillo (o en un bolso de hombre en mi caso) te tocará doblar la conexión de los mismos. O teniendo mucho cuidado con la posición, ponerlo boca abajo por la parte del pendrive (aunque esto ya te adelanto que no es buena idea; prefiero joder la conexión de los cascos antes que el puerto microUSB).
No es la panacea pero es una buena opción porque es un pendrive y le vas a dar más uso que a una simple tarjeta microSD en el móvil (si pierdes el móvil, perdiste la tarjeta también).

En cuanto al rendimiento, es cierto que es una verdad a medias. Si te compras una buena microSD (por ejemplo, una Samsung microSDHC Evo) no tiene porque influir en el rendimiento. Pero todos sabemos como se las gasta la gente intentando ahorrar, y seguramente compren la primera mierda que les vendan en los chinos o en el hipermercado de turno.
Las marcas, ante este problema (y también para ganar dinero, todo hay que decirlo), optan por quitar este slot que además ocupa espacio.

En mi opinión, 32GB son más que suficientes para una persona normal. En mi actual Moto G tengo 4GB de música y tengo para rato. No tengo tiempo suficiente para escucharlas todas en un día (y eso que son archivos .mp3 a máxima calidad). Si quiero ver alguna película tengo el pendrive que comenté. Y en principio no hay batería suficiente en el mercado que aguante la reproducción de lo que puedas llevar a mayores, salvo que te apetezca cargar con powerbanks o comprarte cosas como un THL5000.

Hay que pensar en el día a día, no en esas ocasiones especiales.