Esta mañana hemos tenido la suerte de ser invitados por Samsung España y Vodafone a la presentación del Galaxy Note Edge, y tras semanas de espera por fin hemos podido ponerle las manos encima al mayor "golpe de efecto" de Samsung en este casi terminado 2014.
Poco hay que decir del hardware, ya que las únicas diferencias con el Note 4 son la pantalla y la menor capacidad de la batería del Edge (3000mAh frente a 3220mAh). Solo puntualizar que a España también llegará con el quad-core SnapDragon 805.
Una vez con el terminal a la vista, resulta un smartphone sorprendente, tan acostumbrados como estamos a la simetría en el diseño. Sólo hemos podido ver la versión en blanco, pero he decir que es el smartphone más bonito que he visto en mucho tiempo.
En cuanto lo cogemos se notan los casi 4 mm extra de ancho sobre el Note 4. Resultará francamente difícil manejarlo con una sola mano, sobre todo para los diestros ya que la pantalla lateral nos quedará en el interior de ésta. La función del note 4 para manejarlo con una mano debería ser bastante práctica, pero o bien no estaba activada en los terminales de muestra o directamente no se incluye (sí, lo sé, fallo mío, debería haber mirado si la podía activar pero recordé demasiado tarde que hay una opción en ajustes, no es algo que se active sólo con el movimiento del pulgar

).
En cuanto a la funcionalidad de la pantalla lateral, desde Samsung nos han informado de que han llegado a varios acuerdos con Yahoo o Twitter para sacarle partido con noticias, notificaciones, etc. Además ya están disponibles las herramientas para desarrollar o adaptar aplicaciones y así añadir funcionalidades.
Como utilidades ya preinstaladas, están la de funcionar como un dock lateral en el que colocar tanto iconos como carpetas, una pequeña regla similar a los típicos calendarios de bolsillo, accesos directos como alarmas y linterna, o barras dedicadas a Yahoo y Twitter. Otra función atractiva es la de situar en ese lateral todos los botones táctiles al utilizar la cámara de fotos, dejando así la pantalla principal completamente libre para previsualizar mejor la imagen a fotografiar y de paso haciendo innecesario asignar el disparador a algún botón físico como el de volumen.
También podremos utilizarla como reloj nocturno que se activará y se apagará a la hora que digamos, puede servir de pantalla de notificaciones mientras vemos vídeos a pantalla completa...
En resumen, un concepto completamente novedoso con tantas posibilidades como imaginación tengan los desarrolladores, pero que se enfrenta a 3 grandes problemas:
-Esa pantalla añade un ancho extra que no pasa desapercibido y aun así acaba mermando el tamaño del segundo problema:
-La batería. A nadie se le escapó tras la presentación de Berlín la reducción de capacidad frente al Note 4. Habrá que ver la duración si activamos funciones como el reloj nocturno, o incluso su utilización en el día a día.
-Y por último, la exclusividad. Aunque esto sea un aliciente para algunos usuarios, puede resultar dañino para este terminal. Si es el único modelo con una pantalla lateral, y además no se prevé que sea un terminal con unas cifras de venta escandalosas, ¿cuántos desarrolladores dedicarán su tiempo a adaptar sus aplicaciones para utilizar esa pantalla?
Sin duda, es un smartphone impresionante, que rompe con moldes tan básicos como la simetría en el diseño, y que abre un camino inexplorado. Podríamos pensar que es una simple extravagancia o un ejercicio de diseño por parte de Samsung para mostrar lo que pueden hacer con sus amoled, pero no olvidemos que el primer Note fue otra extravagancia, que rompió con el diseño de su pantalla, recuperó un concepto que creíamos desterrado con el lápiz táctil, y que tras 4 generaciones cada vez tiene más millones de felices poseedores. Veremos si consiguen que la historia se repita y en unos años hablemos del Note Edge 4.